Esta nota me la hicieron por teléfono, y antes de cortar me tiraron esta bomba: necesitamos una foto tuya con tus productos.

Obviamente no tenía ninguna que este a la altura de las circunstancias, y enloquecí.
Eternamente agradecida a la UBA por obligarme a desarrollar esa capacidad de improvisar y arreglarte con lo que tengas a mano, tiré en el piso todos los almohadones que tenía, me tiré encima y le pedí a mi novio que me saque mil fotos. Alguna iba a servir… 
La foto quedo genial, la nota mejor aún, y yo chocha de la vida.